El 12 de junio del presente año, fue un día especial para Bob Dylan., el astro del pop-folk-rock , obtenía el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. La fundación homónima en Oviedo, encontró suficientes meritos en la poesía del cantautor de Minnesota ; lo que sin duda, es halgo que muy pocos puedes rebatir ya por todos es conocido el hecho que la influencia de Bob Zimmerman ( alias Dylan), ha sobrepasado con creces la música popular.
Lo importante del sujeto que hace 42 años negaba de su pasado como hijo de una acomodada familia judía , cuestionaba los valores de la tradición norteamericana e intentaba escapar del apelativo de “voz generacional”;es que finalmente se ha convertido en el mito que siempre anhelo.
“El más importante artista de la canción del siglo XX” según Martín Scorsese, sigue siendo el mismo arrogante, que detrás de su genialidad compositiva, vociferaba como vinilo rajado que él “no era nadie importante”. Sin embargo, sacando esta cáscara seca, nos encontramos con lo contrario: Dylan siempre se ha creído y actuado como uno de los mayores cantautores contemporáneos, y sin duda detrás de estás frases cliché siempre se han escondido las ambiciones de estar en el mismo sitial de artistas de la talla de Rimbaud , Kafka o Picasso.
En su último álbum “Modern Times” ( 2006), y en sus recientes entrevistas, Zimmerman pareciera esforzarse en demostrar un doble mensaje :El de ser un genio que en realidad desfruta del no compromiso con la realidad y por otro lado; el de reforzar la idea de ser una leyenda contemporánea que no necesita hablar con claridad de la contingencia, del arte o del mismo, para que en realidad sepamos que se trata del mismisimo talentoso, egocéntrico, descomprometido y mítico Bob Dylan . “Que cambio climático, si me estoy cagando de frió” en una entrevista en el último numero de la Rolling Stone o “Mira dentro de mi y de alguna manera entenderás” declara en la canción “Thunder on the mountain”
El poeta se convirtió en lo que tanto deseo, no en el de una persona comprometida con su tiempo (imagen con la que Dylan nunca se conformo) sino en el del hombre que se muestra tal como es.
“El más importante artista de la canción del siglo XX” según Martín Scorsese, sigue siendo el mismo arrogante, que detrás de su genialidad compositiva, vociferaba como vinilo rajado que él “no era nadie importante”. Sin embargo, sacando esta cáscara seca, nos encontramos con lo contrario: Dylan siempre se ha creído y actuado como uno de los mayores cantautores contemporáneos, y sin duda detrás de estás frases cliché siempre se han escondido las ambiciones de estar en el mismo sitial de artistas de la talla de Rimbaud , Kafka o Picasso.
En su último álbum “Modern Times” ( 2006), y en sus recientes entrevistas, Zimmerman pareciera esforzarse en demostrar un doble mensaje :El de ser un genio que en realidad desfruta del no compromiso con la realidad y por otro lado; el de reforzar la idea de ser una leyenda contemporánea que no necesita hablar con claridad de la contingencia, del arte o del mismo, para que en realidad sepamos que se trata del mismisimo talentoso, egocéntrico, descomprometido y mítico Bob Dylan . “Que cambio climático, si me estoy cagando de frió” en una entrevista en el último numero de la Rolling Stone o “Mira dentro de mi y de alguna manera entenderás” declara en la canción “Thunder on the mountain”
El poeta se convirtió en lo que tanto deseo, no en el de una persona comprometida con su tiempo (imagen con la que Dylan nunca se conformo) sino en el del hombre que se muestra tal como es.